Eso concluyó una investigación de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington que analizó 20 estudios anteriores sobre el vínculo de actividad física y la enfermedad.
El ejercicio logra ese efecto al disminuir el tamaño de los precursores del cáncer: los pólipos. Se trata de pequeños tumores benignos de herencia genética que se desarrollan en el colon y que con el tiempo pasan a ser malignos y se alojan en el tubo digestivo.
El cáncer de colon apareció en el mundo en el siglo pasado, y con especial énfasis a partir de la década de los años sesenta en los países desarrollados.
La enfermedad se asocia con fumar la alimentación menos sana, la comida chatarra y los alimentos escasos en fibra, por lo que, además del ejercicio se recomienda abandonar el tabaco y mejorar la dieta.
Fuente: Primera Hora |
04/03/2011 |
Sección: Ciencia y Salud / Página: 6 |
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